El presente artículo nos describe brevemente los cambios y transformaciones en el desarrollo de técnicas y estilos musicales que se generaron con la llegada del primer fonógrafo a Lima a fines del siglo XIX. Desde entonces, nuevas experiencias sonoras y hábitos de escucha se han generado con la aparición de estos artefactos y tecnologías en la difusión masiva de la música. Le invitamos a dar un fugaz repaso por la historia de la música peruana del siglo XX, atravesando los inicios de la difusión a gran escala, la introducción de nuevos géneros, la aparición de las primeras estaciones de radio y las  grandes producciones discográficas.

Primeras grabaciones

El epígrafe de un poema llamado “El fonógrafo”, del poeta peruano Carlos Germán Amézaga, nos brinda un primer antecedente histórico. Según refiere el poeta, el 23 de marzo de 1892 llegó a Lima el primer fonógrafo. Sin embargo, los novedosos reproductores de sonidos, empiezan a difundirse comercialmente en nuestro país aproximadamente a finales del XIX.  En aquella época empiezan a realizarse algunas grabaciones con música peruana. El Himno Nacional, compuesto por Bernardo Alzedo en 1821, ve su primera edición en un disco de 7’’ hacia 1896. Este se grabó con la voz del tenor italiano Arturo Adamini a través de la discográfica alemana Berliner. Pero es la figura de Rogelio Soto Gonzales, nacido en la ciudad de Arica, la que ocupa un rol fundamental al hablar de las primeras grabaciones sonoras hechas en el Perú. Rogelio hizo diversas grabaciones en cilindro desde 1903, gracias a una máquina grabadora que había adquirido alrededor del año 1890, una de las primeras en producirse comercialmente. Soto se dedicaba al negocio de hacer escuchar grabaciones, conectando gran cantidad de audífonos a su reproductor de cilindro y difundiendo la nueva experiencia sonora, no sólo en Lima sino en provincias.

Y es así como se inaugura el siglo XX, con una serie de transformaciones y cambios tecnológicos producidos por la revolución industrial, que van a tener una incidencia en muchas manifestaciones artísticas. En el caso de la música, la aparición de artefactos y tecnologías para su difusión masiva, como el fonógrafo o la radio, reformularán los hábitos de escucha. La historia de la música del siglo XX es pues también una historia de música grabada y de la influencia de la tecnología en el desarrollo de técnicas e incluso de estilos musicales. No sólo aparecen nuevos instrumentos, sino que la difusión a gran escala hace posible la difusión de nuevos estilos. Por lo tanto, los aires cosmopolitas, propio de las nacientes grandes urbes, estarán también presentes casi desde el comienzo de esta historia.

La Guerra del Pacífico, ocurrida entre 1979 y 1883, dejó al Perú en una crisis moral y económica. Los siguientes años serán de reconstrucción, en el intento de salir adelante se reforzaron valores identitarios. En aquella época aparece también el nacionalismo romántico en Latinoamérica, se presentan obras académicas con temas autóctonos como “Ollanta” (1900) o “Atahualpa” (1900) de  José María Valle Riestra y más adelante “El Cóndor Pasa” (1913) de Daniel Alomía Robles.

El condor pasa de Daniel Alomia Robles

El cóndor pasa de Daniel Alomia Robles

Los primeros años del siglo XX, en consonancia con el surgimiento de disciplinas como la antropología, son de descubrimiento de diversas culturas. Se empiezan a realizar importantes trabajos de etnografía entre los que figuran los estudios del alemán Enrique Brunning, quien realizó diversos registros de música tradicional en Lambayeque, Piura y Cajamarca desde el año 1910. Son un total de 21 grabaciones en cilindro que corresponden a las primeras grabaciones hechas de nuestra música popular.

Pero se considera que fueron Montes y Manrique, padres del criollismo, los primeros peruanos en hacer grabaciones de tipo comercial. En 1911 partieron rumbo a Nueva York contratados por la Columbia Phonograph & Company para realizar más de un centenar de grabaciones que aparecieron en discos de carbón. Son estos los años del surgimiento de la llamada “Guardia Vieja” así como la popularización del vals, la polka y la mazurka. Además fue el momento de la introducción de géneros musicales norteamericanos como el jazz y el foxtrot. Tras retornar a Lima, Montes y Manrique continuaron haciendo más grabaciones, esta vez con Rogelio Soto Gonzales para la compañía “Víctor”. Entre dichas grabaciones llaman la atención diversas piezas dramáticas cuya temática giraba en torno al fresco recuerdo de la Guerra del Pacífico.

Otros momentos importantes lo constituyen la fundación de “La Peruvian Broadcasting Company” en 1924 y de la primera estación de radio en nuestro país llamada OAX, durante el gobierno de Augusto B. Leguía. Esta misma estación se convertirá posteriormente en Radio Nacional del Perú. Se fundarán luego Radio Central, Radio Dusa y muchas otras más. Durante el curso de las décadas del treinta y cuarenta se difundieron en estas emisoras géneros como el vals, gracias a conjuntos como Los Criollos, La Limeñita, Jesús Vásquez, y también música andina, gracias al conjunto Cuarteto de Cámara Incaico de Félix F. Castro. Se considera que el inicio de la difusión masiva en la radio fue gracias al abaratamiento de los aparatos receptores y además por una serie de medidas populistas en el marco del gobierno de Oscar R. Benavides.

Programa Radio Nacional

La década del cincuenta marca el inicio de un fuerte proceso migratorio de la provincia a la capital. Surgen los coliseos folklóricos que cuentan con una gran convocatoria de público. La figura decisiva de José María Arguedas será la que se encargue de llevar la música andina al formato de disco de vinilo para su circulación comercial. Arguedas venía de realizar un importante trabajo de documentación en la sierra y fue quien se encargó de llevar a las empresas discográficas locales la música proveniente del Valle del Mantaro, zona clave para la irradiación de la música andina. La Casa Odeón empieza también a producir discos con música andina y hacia fines de los cincuentas ya hay una gran cantidad de discos fabricados que se venden tanto en Lima como en la sierra. Para fines de los sesentas la cantidad de títulos de discos de música andina asciende a tres mil y se convierte en el género musical que más grabaciones produce en nuestro país, considerando la fuerte presencia que empieza a ocupar en la radio.

La década de los cincuentas marca también el inicio de las grandes producciones discográficas realizadas localmente. Por primera vez se implantan estudios de grabación con sofisticada maquinaria. En 1951 se funda Sono Radio y en 1953 MAG, dos empresas líderes que brindaron servicios de grabación, producción y fabricación de discos. Ambos sellos discográficos fueron los encargados de difundir el trabajo de diversos conjuntos y orquestas cuyo repertorio pasaba por la guaracha, el jazz y hasta el naciente rock and roll.

Discos MAG

Bibliografía

BUSTAMANTE, Emilio. La radio en el Perú – Serie: Historia de los medios de comunicación en el Perú: Siglo XX. Fondo Editorial de la Universidad de Lima, 2012.

BORRAS, Gerard. Lima, el Vals y la canción Criolla (1900-1936). Ediciones IFEA, 2012.

VÁSQUEZ, Chalena.  Archivos musicales en el Perú y el extranjero.  Gaceta del INC, 2006.

LLORENS, José Antonio. Música Popular en Lima, Criollos y Andinos. Ediciones IEP, 1983.

Artículo desarrollado por Luis Alvarado.

Luis Alvarado (Lima, 1980). Curador e investigador independiente de amplia trayectoria. Poeta y artista visual. Responsable del proyecto de archivo de música electrónica y experimental peruana Sonoteca, del Centro Fundación Telefónica. Conductor y productor del espacio radial, Cazar Truenos en Radio Filarmonía. Miembro del equipo organizador del festival INTEGRACIONES de música experimental latinoamericana, que se realiza en Lima. Ha dirigido el documental: “Ruido Vulgar: extremos sonoros en Lima”, sobre el noise y música experimental. Colabora en diversos medios especializados sobre música y fonografía.

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